Vas caminando por la vida,
como se te antoje hacerlo, y un día inesperado te das cuenta
que eres una hermosa calavera
a la que no se le distingue la sonrisa,
pero desde ese día tratas mas de sonreirte a ti mismo ,
como si quisieras tatuarsela
a tu blanca y resistente calavera.
Fin.
No hay comentarios:
Publicar un comentario